Son los felices años veinte. El mundo se recupera de la Primera Guerra Mundial. El Café Montparnasse es sitio de encuentro de artistas, bohemios, desencantados de amor y buscadores de felicidad.
Una noche de lluvia de 1926, una sombra camina bajo la lluvia hacia el final de la calle. Tadeuz Wozlicj, emigrado polaco, sastre de profesión y anarquista por convicción, oculta algo en su gabán. Va a poner una bomba.
Su verdadero objetivo es el cuartel de policía situado al final de la calle. Quería demostrar al mundo que el anarquismo no había muerto. Pero la lluvia es mucha, aún para un anarquista convencido; así pues se desvía de su ruta y entra en el Montparnasse. Luego cometerá un error al
manipular su artefacto. Ocho cuerpos son hallados entre los escombros.
Una lejana parienta de uno de ellos, encuentra entre viejos papeles en el desván los recortes que cuentan la historia y los lleva a un director teatral, tratando de que éste convierta la historia en una puesta en escena.
La ceremonia teatral revive la última noche de Montparnasse. Las siete personas que murieron en la explosión reviven sus historias. Los actores prestan su cuerpo a los fantasmas de estas siete víctimas, en un espectáculo que se vale de múltiples lenguajes escénicos para contar sus historias.
Dramaturgia y Dirección: Eduardo Muñoa
Aurora, cantante de canciones tristes: Gabriela Lavalle
Adriana, modelo de pintores: Gissella Meza
Claire, escritora feminista: Lourdes Ortiz
Jenny, mujer decepcionada: Luisa Cuesta
Carla, una muchacha de otro tiempo: Leira Araujo.
Daniel, cadete arrepentido: Juan José Jaramillo
Antonio, mesero y poeta: Francisco Aguiñaga
Andrés, pintor obsesionado: Luis Aguilar
Eddie, el Navajas del Puerto: Mario Robalino
Una puesta en escena de Studio Teatral, Febrero 2010.
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